LA GRAN VICTORIA
Era una vez que se era, en un
país no muy lejano, en una gran ciudad de Suiza, un señor, concretamente el
señor Shane, tenía 82 años. Shane estaba en una silla de ruedas porque le
habían atropellado de joven.
Shane tenía un gran problema: su
casa tenía escaleras. Pero no sólo eso, también había escaleras: en el portal,
en algún bar, en la biblioteca… ¡hasta en el Ayuntamiento! Y claro eso era un
problema y no sólo para Shane sino también para un niño amigo suyo llamado Kay
y para los demás minusválidos. Bueno Kay no estaba en silla de ruedas pero
tenía que usar muletas.
Shane y Kay habían formado un
club: el comité de minusválidos. Que estaba a las afueras de la ciudad, en un
prado aunque había una cabaña en la que había algunas mesas, comida, refrescos…
Un día Shane decidió hacer una
huelga contra las barreras arquitectónicas e irían desde su club hasta el
Ayuntamiento. Convocó a todos los miembros del club y al día siguiente se hizo
la huelga. El alcalde se negó rotundamente a cambiar todo y a partir de ese día
Shane recibió cartas en las que le llamaban loco e incluso le pintaban las
paredes de la casa diciendo que estaba loco. Pero Shane siguió y a la undécima
huelga el alcalde aceptó.
Al cabo de una semana Shane
enfermó por el esfuerzo y murió, pero murió contento de que Kay y los miembros
del club pudieran vivir sin barreras arquitectónicas.
FIN
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